Woman To Watch: Joanna Engelberg

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Somos el resultado de todos aquellos que nos impactan en la vida. Los viajeros que se hospedan en nuestros corazones y aquellos aventureros que tan solo pasaron para saludar.

Para Joanna Engelberg esta realidad es palpable en el rumbo que tomó su vida. Cuando se encontraba en tierras israelitas, donde estudió Comunicaciones, tuvo la oportunidad de involucrarse en proyectos sociales, como una organización que trabajaba con niños autistas y otra en donde participaba ayudando a hijos de inmigrantes recién llegados.

Por un tiempo también trabajó como bartender, donde logró captar historias de muchas almas que pasaban por esos rumbos. Así, se fue construyendo la mentalidad que la impulsó a reconocer que había un significado, hasta cierto punto altruista y humanitario, que estaba latiendo muy dentro de ella.
Luego de graduarse, y después de trabajar en un start-up israelí, decidió regresar a Guatemala. “Ya necesitaba estar cerca de mi gente y mis frijoles”, nos comentó riendo.

A los años de trabajar en una empresa de publicidad, Joanna necesitaba un cambio.
Baobab, una compañía de productos para higiene orgánicos y ecológicos, era el sitio perfecto para un inicio fresco. Esta empresa nació hace dos años bajo la dirección de Alejandro Torún, su primo.

La empresa tiene la visión del tío de Joanna como motor. El Dr. Benjamín Torún, un hombre que vivió 30 años de su vida combatiendo la desnutrición en la niñez guatemalteca, los inspiró a luchar por algo. Fue por ello que crearon el programa Manos Felices de Baobab, el cual lleva jabón y educación de higiene a escuelas públicas del país. “Más de 2 millones de niños en el mundo mueren a causa de infecciones respiratorias y diarrea. Está comprobado que con la simple, pero fundamental práctica de lavarse las manos con agua y jabón pueden reducirse estos casos hasta un 50%.

Luego de muchas pruebas y errores, lanzaron la primera línea de Jabones Baobab en 2014. “Este es un producto para usarlo con alegría y sin cargos de conciencia, hecho con ingredientes creados por la tierra y no por laboratorios”, dijo. Un producto que indudablemente toca sensibilidades ya que el mundo cada vez está más consciente de los peligros que puede traer sus propias creaciones químicas.

Más tarde se abrió la oportunidad de crear productos de belleza naturales y sin ingredientes artificiales. Así fue como la línea Colores Baobab, libre de plomo, aluminio, petroleros y colorantes sintéticos salió al mercado. Una colección que realmente se adueña de la frase “belleza natural”.

Una mujer con visión humanitaria

El hambre por ese factor altruista que movía a Joanna no se consumió en un solo proyecto. Más tarde formaría parte de la junta directiva para CADENA Guatemala (Comité de Ayuda a Desastres y Emergencias Nacionales). “Baobab es mi consentido, al cual le dedico casi el cien por ciento de mi tiempo, pero me gusta apoyar iniciativas en las que creo”.

“Admiro mucho el trabajo de Ashley Williams en Guatemala y el proyecto Guatemaltecos Extraordinarios, porque ambos trabajan en la rehabilitación social con privados y privadas de libertad, niños y jóvenes de la calle, pandilleros activos y ex pandilleros. Ellos luchan por evitar el sufrimiento en jóvenes que no conocen la realidad detrás del involucramiento en temas de drogadicción y delincuencia. Buscan que las personas descubran su esencia para revelar su naturaleza extraordinaria”, nos dijo al respecto de esa lucha a la cual no se ha involucrado, pero desearía.

En su tiempo libre

Además de ensuciarse las manos, a Joanna también le gusta explorar su lado artístico. “La fotografía siempre me ha encantado y he tratado de mantenerlo como un buen escape cuando encuentro el momento para hacerlo”, nos comentó.

“Un buen día comienza con un buen café y termina con una buena cerveza”, nos compartió, “me encanta ser testigo del crecimiento personal y profesional de cada persona en el equipo; cada uno es un emprendedor”.

Al final del día, Joanna representa a esa empresaria que lucha por ver a sus clientes felices. “Queremos ser agentes de cambio en el mundo, nos gusta unirnos a movimientos y comunidades que también lo están haciendo. Estamos prontos a certificarnos como una B Corporation”, lo que significa que la empresa será vista a nivel mundial como un negocio en pro del medio ambiente y el bienestar social.

“Me gusta salirme de mi zona de confort, abrazar un árbol y a las personas de las que me rodeo; ese es el mejor secreto de todos”, dijo.

Los planes a futuro

“Con Baobab nos vamos de viaje. Estamos expandiéndonos a México, Colombia y Estados Unidos”, admitió.

Además, quiere seguir conociendo a personas apasionadas y aprender de ellos. Descubrir cómo se puede frenar el deterioro del mundo con el poco tiempo que nos queda. Todo esto mientras disfruta de una café y cerveza, orgánicos por supuesto.

Sus picks orgánicos 

Los productos orgánicos guatemaltecos favoritos de Joanna son:

Caoba Farms

El Árbol de la Vida 

Bistro Apétite

 


Fotografía de Pepe Valenzuela y Ariánne Engelberg

Por Daniela Quintero 

 

 

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