Quienes conocen a Agustina de Tezanos saben que lo que sus diseños reflejan están íntimamente relacionados con su personalidad. Divertida, siempre alegre y con una gran energía, a Agustina la mueve una energía única; se trata de una potencia creativa sin igual. Esa creatividad fue nutrida, en buena parte, por el ambiente en el que creció. Su abuela, una mujer independiente y vanguardista, fue artista y poeta, y su madre siempre se dedicó a la costura y la decoración, creando atuendos y ambientes fuera de lo común. No es casualidad que sus tres hermanas se dediquen también a distintas áreas del arte y el diseño. Agustina recuerda las tardes que, de niña, pasaba pintando con su abuela y la gran expectativa de su llegada a Guatemala, cada dos años. Hoy comparte su gusto por la pintura y las manualidades con sus hijos, con quienes comparte momentos dedicados a la experimentación y la creación.
Agustina se dedica desde hace ya varios años al diseño de interiores pero no fue sino hasta recientemente que su trabajo se dio a conocer a nivel internacional gracias a que incluida entre los mejores 100 diseñadores del mundo en la reconocida publicación londinense de Andrew Martin en tres de sus ediciones. Esta es una selección que se hace a partir de la revisión de portafolios de cientos de estudios de diseño. Este reconocimiento no sólo ha dado a conocer el trabajo Rev Estudio, del que Agustina es directora creativa, sino que le confirmó que su libertad para la inventiva y su manera de trabajar tienen sentido y un enorme valor.
Y es que sus diseños no siguen tendencias ni forman parte de las formas ya habituales o estandarizadas de buscar inspiración. A Agustina no le interesa lo que está de moda ni los looks preferidos en Pinterest o sitios populares de diseño. Su trabajo se basa enteramente en sus clientes y en las posibilidades que ella encuentra para el juego entre colores, texturas, tipos de iluminación y detalles. Una de sus prioridades al diseñar, dice, es la vida de las personas y el impacto que cada ambiente creado tendrá en su bienestar. Más que reproducir una estética particular, le interesa que las personas experimenten sus ambientes de modo que sus relaciones se enriquezcan y su vida en general mejore, compartiendo algo que ella ha logrado en su propio espacio, donde los ambientes no se imponen a sus habitantes sino los acogen y les brindan oportunidades para el encuentro. Este, dice, es el porqué de cada diseño.
Estas ideas se le presentaron a Agustina de manera cada vez más clara durante el confinamiento por la pandemia. Desde su clóset, que entonces se convirtió en su oficina, fue ideando formas de acomodar su espacio para ella y su familia y pronto comenzó una serie de podcasts, en vivos y sesiones en Zoom para acompañar a otras personas en la acomodación de sus propios ambientes resaltando cómo la belleza podía hacerlas sentir bien. De allí surgió su slogan “la belleza va a salvar al mundo”, que parte también de la reflexión de cómo en circunstancias difíciles, la sonrisa de los hijos, una pieza musical o un aroma puede transformar nuestro estado. Esto implica, claro está, recordar que la belleza puede ser distinta para cada quién.
Ahora se enfoca también en que la experiencia de volver a casa luego de un día de trabajo sea la de “un premio personal”, lo que se puede lograr, subraya, incluso con cosas simples siempre que sean propias. Los ambientes donde se nota que se ha puesto empeño, donde las cosas están organizadas o se coloca un flor para crear un rincón, pueden cambiar nuestro estado de ánimo. Así, el diseño de interiores es también una herramienta que puede transformar las dinámicas familiares y mejorar las relaciones de pareja. Lo mismo sucede cuando contamos con espacios propios donde poder desarrollar nuestra creatividad, donde tener espacio para nosotras mismas o donde organizar nuestras pertenencias más preciadas, sean libros, ropa u objetos de colección. Agustina logra, por medio de la iluminación, una alfombra, algunas texturas logradas con un papel tapiz o un cojín, convertir una habitación en un lugar para soñar, crear o encontrar paz. Su punto de partida es siempre ahondar en la personalidad de las personas para que se expresen en lo que las rodea.
La filosofía detrás de los procesos de diseño de Rev Studio también toman en cuenta a los materiales con que se trabaja y sus efectos en el medio ambiente. Así, se parte de los muebles y los objetos ya existentes en el espacio a rediseñar para renovarlos o resignificarlos, además de recurrir al reciclaje, los mercados de pulgas y los accesorios de segunda mano. A todo se le puede dar una nueva vida y es posible tener un nuevo espacio sin generar basura. Este es un compromiso con la sostenibilidad pero también tiene que ver con la gran capacidad creativa de Agustina y el equipo que integra el estudio. El éxito personal, apunta la diseñadora, no es una meta final ligada a una posición específica sino algo que se cultiva a diario. Se trata más bien de un proceso, desde el diseño, en el que cada día se alcanzan éxitos, tomando en cuenta que hay días mejores que otros.
