Los consejos que debes leer para trabajar, ser mamá y no morir en el intento
A veces debemos trabajar fines de semana, no siempre podemos asistir a los eventos escolares, nuestra agenda está tan llena que, al llegar a casa, debemos continuar frente a la computadora. Tranquila, no eres una mala madre por eso. Hay otras mujeres que están pasando, ya pasaron y pasarán por lo mismo que tú.
Paulina Prado, arquitecta de profesión y diseñadora de corazón, es madre de dos jóvenes adultos. Dueña de Eikon, empresa dedicada a ofrecer soluciones de marketing, posee una agenda apretada. El branding de CBC, Majadas, Cayalá, BAM y Fedefut estuvo a su cargo, ¿crees que proyectos de tal magnitud se realizaban en un horario de 9 a 4? ¡Para nada! Hubo momentos donde tuvo que realizar algunos sacrificios, sin embargo, está satisfecha de su modelo de crianza y la labor que ha desempeñado al frente de su estudio.
Su historia es similar a la de muchas otras madres: Se graduó de arquitecta, pero le apasionaba el diseño. Además, esta disciplina se ajustaba mejor a la forma en la que deseaba llevar su maternidad. “Empecé de freelance y, en el camino, descubrí que me apasionaba trabajar para encontrar la identidad corporativa de una marca”. Aunque admite que a veces le cuesta detenerse, “para mí todo es estimulación e inspiración”, ha logrado sacar adelante a su familia y su negocio. En 2008 estableció Eikon, con un equipo interdisciplinario en el que converge la expertise de diseñadores, periodistas y especialistas en temas digitales, por citar algunos. “Nos apasiona generar experiencias de marcas, ir más allá de un logo e identidad”.
Paulina comparte con LOOK actitudes y acciones que le han funcionado para encontrar un balance en el reto que significa trabajar y tener hijos.
Recuerda lo que hiciste bien
Lograr el balance es un reto de todos los seres humanos. Cuando trabajas intensamente tienes la sensación de no lograrlo. Sin embargo, al finalizar el día, trato de pensar en las cosas que hice bien. Siempre tratamos de juzgarnos del lado negativo, ‘no hice esta actividad’, ’me faltó …’, pero hay que recordar lo bueno. Eso me genera paz.
Participar en actividades del colegio
Cuando mis hijos eran pequeños, me obligaba a inscribirme en actividades y comités, por ejemplo. Aunque tenía trabajo por realizar, mi horario se prestaba para poder compartir con ellos en ese espacio. Así conocí cómo se desenvolvían en otro ambiente.
Incluir en tu agenda un momento para ejercitarte o meditar
Es necesario mantener un balance entre el cuerpo, la mente y el espíritu. Debes apartar tiempo para eso, incluirlo en tu agenda como una tarea a realizar. Cuando viajas, te indican en el avión que, en caso de cualquier emergencia, debes ponerte primero la máscara y después a tus hijos. Lección: si yo estoy bien, hago deporte, me siento bien, puedo estar más feliz para mis hijos.
Está bien pedir ayuda profesional
Estoy a favor de las terapias, reflexionar cómo están mis emociones. Es importante, porque, en la medida que sepa cómo me siento, puedo trabajar en esos aspectos para mejorar. Los hijos son los mejores maestros para trabajar el egoísmo, ¿tienes dolor de cabeza, te sientes enferma o sin ganas de empezar el día? No importa, uno debe levantarse y funcionar para ellos. En los hijos veo reflejados de forma visual mis errores y aciertos.
Empoderarse de la maternidad
Todas las generaciones se conectan a través de tradiciones, formas de hablar o gustos, en mi casa es el arte. A mis hijos les fascina, aunque estudian carreras no relacionadas directamente al arte. También tratamos de romper estereotipos impuestos por la sociedad, en nuestra casa nos gusta cocinar, por ejemplo.
Trabajar me ha permitido estar actualizada, crecer como persona. Ocupo mi tiempo para ser una persona feliz y creo que, de esta forma, estoy enseñando a mis hijos a amar y apasionarse por el trabajo que realicen.
