BABY SURVIVAL SWIM

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SEGURIDAD ANTES DE PLACER

EL PROGRAMA DE NATACIÓN QUE DEBES CONSIDERAR TOTALMENTE NECESARIO PARA LA SEGURIDAD DE TUS HIJOS.

El ahogamiento es una de las causas principales de mortalidad infantil. Más de 175,000 niños mueren al año debido al ahogamiento y sobreviven unos 3 millones. Las lesiones cerebrales que deja en algunos supervivientes hace que el ahogamiento no mortal sea el tipo de lesión con mayor impacto sanitario y económico para toda la vida, según la Organización Mundial de la Salud (World Health Organization).

Enseñarles a los niños a sobrevivir en el agua debe ser una precaución y una medida que se toma de la misma manera que cuando se ajusta la silla del carro para la seguridad o se vacuna, nos explica Toti Fernández, fundadora de Baby Survival Swim Guatemala.“Los bebés nacen con un reflejo de apnea por haber estado en el líquido amniótico Esto significa que cierran su boca y aguantan la respiración al ser sumergidos. Este instinto se pierde entre los 6 y 9 meses si los bebés no son expuestos al agua. Esto puede recuperarse y los chicos aprenden rápidamente a aguantar la respiración al ser sumergidos.

Los niños al caer al agua, aguantan la respiración, pero al no poder levantar la cabeza para respirar por ser tan pesada. Esta los sumerge, si no se voltean paraa flotar pueden ahogarse, ya que no se escucha un splash, ni pueden pedir ayuda. Es por esto que la única manera de salvar su vida es que aprendan instintivamente a voltearse para flotar si la supervisión falla, que es lo que suele pasar. Así disminuiremos las tasas de mortalidad infantil accidental a causa de ahogamientos”. la fricción, inercia, desplazamiento y la viscosidad de un líquido. También fomenta la autoconfianza, ya que logra romper la barrera del miedo del pequeño, así como también la seguridad en sí mismo lo ha logrado realizar, además de quitarle el miedo al agua y evitar el pánico al momento de caer, una de las causas principales del ahogamiento.

 

Hay pediatras que recomiendan el curso. “También aprenden que del trabajo se obtiene una recompensa” explica Toti, “el esquema que trabajamos en Baby Survival Swim es que son 10 minutos de trabajo y 10 minutos de juego”.

“El ahogamiento es totalmente evitable” TOTI FERNÁNDEZ.

TESTIMONIOS:

GABRIELA CAMACHO

Al tener dos hijos pequeños de menos de tres años de edad me preocupa no poder estar siempre pendiente de ellos y en un instante puede pasar un accidente. El programa de Baby Survival Swim les dio, no solamente seguridad, sino confianza en ellos mismos, ya que pueden dominar el miedo desde temprana edad. También les dio límites sanos entre el agua y ellos. Aprendieron a abrir los ojos bajo el agua, no abrir la boca para poder manejar la respiración y ser más desenvueltos en ella. Además por supuesto de aprender a flotar y estar a salvo. El programa de Baby Survival Swim es la base para cualquier clase de natación, le da a los niños las herramientas necesarias para salvar su vida y amar el agua.

 

PAOLA BRUNI

El 7 de agosto del 2012, fuimos parte de la primera generación de Baby Survival Swim. Mi hijo Marcelo tenía 1 año 5 meses cuando decidí que debía aprender a nadar. En aquel entonces viajábamos constantemente al Puerto, por lo que el peligro era latente.

Dos años antes, habíamos tenido un incidente con mi sobrino. Estábamos varios de la familia metidos en la piscina, cada quién en lo suyo, y nadie se dio cuenta cuando se metió al agua. En un momento, vi al papá saltar afligido a rescatarlo, lo sacó de la piscina pálido, con los labios morados; se estaba ahogando, frente a todos nosotros, casi muere y nadie se había dado cuenta. Ese evento quedó grabado en mi mente, y pensar que podía algún día ocurrirle a uno de mis hijos, era horrible.

A los meses de nacido mi hijo, navegando por internet, me topé con un artículo de Baby Survival Swim, leí de esta guatemalteca que impartía clases de sobreviviencia en bebés y sus numerosos testimonios en Marruecos y otros países. Investigué sobre las edades adecuadas, riesgos y beneficios. Me reuní con Toti y al final quedé convencida: era lo que quería para mi hijo.

Al inicio, como todo programa nuevo, me dio temor. No puedo negar que mi hijo Marcelo lloró las primeras clases porque era algo nuevo para él. Algo que lo sacaba de su zona de confort. Sin embargo, al poco tiempo se empezó a sentir más seguro de sí mismo y pedía asistir a las clases. Al mismo tiempo, mis nervios disminuyeron y supe que estábamos en el lugar correcto. Fue así como mi hijo, teniendo 1 año 6 meses, se graduó de la primera generación de Baby Survival Swim.

Al año de haberse graduado, tuvimos un accidente en la piscina. Sus primos lo tiraron de un carro inflable en el que estaba subido y yo ya no le ponía flotadores. ¡Se hundió y salió en “plancha” automáticamente! Fue allí donde dije: valió la pena el curso.

Dos años más tarde, mi hija de 14 meses, fue parte de la décimo quinta generación y siguió 1 año y medio más en clases de técnica y seguimiento 1 vez a la semana. Estando un día en clase en el área de juegos, cayó al área profunda (por estar haciendo travesuras) y salió en plancha (pueden ver el video en el canal de Youtube de BBS, pues casualmente estaban tomando videos ese día). Hoy en día a sus 3 años, es un pez, ama el agua, se tira de toboganes y a ríos como una niña grande y cuando estamos en público, mis dos hijos llaman la atención por el amor al agua y la seguridad con la que están en ella sin flotadores, a pesar de su corta edad.

 

 

 

 

 

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