ENTRE LÍNEAS
En palabras de Katia Miranda, la colección Entre Líneas es el resultado de juntar una bolsa plástica, una artista y una diseñadora de modas.
Desde hace cinco años, Katia Miranda, empezó a sentirse atraída por denunciar a través de su arte el consumo excesivo y el mal uso que los seres humanos le damos a las bolsas plásticas. Según la artista, el promedio de uso de una bolsa es de 10 minutos pero tarda casi 500 años en degradarse y mientras esto sucede, océanos y territorios absorben los restos dañinos del plástico.
Es así como Katia empezó a pintar en óleo y a imprimir fotografías digitales sobre papel metálico para mostrar la variedad de colores, tamaños, diseños e historias detrás de una bolsa plástica. Ella nos contó que cada bolsa que aparece en sus pinturas, han pasado por sus manos, las ha obtenido al interactuar con diferentes personas o las ha tomado de la basura. “Les tomo fotos de todos los distintos ángulos, como que fueran modelos y luego pinto en óleo el ángulo que más me gusta. Detrás de cada bolsa hay una historia” nos cuenta.
La artista visual estudió en la Universidad de Tampa, en Florida, junto a su prima Francesca Miranda quien es diseñadora de modas. Cuando Francesca vino a Guatemala el año pasado y vio lo que su prima había estado trabajando con las bolsas se maravilló y juntas empezaron a desarrollar una colección en conjunto, a miles de kilometros de distancia.
“Yo trabajaba la colección de ropa en Barranquilla, Colombia y Katia desde Guatemala me mandaba las fotos en alta resolución y a través de mi equipo nos comunicabamos. El día que Katia llegó a Colombia y vio el resultado no lo podía creer” nos cuenta Francesca. “Yo me siento privilegiada de poder ver mis obras no solo en un cuadro sino caminando y ondeandose en el viento cuando las modelos caminan” nos confiesa Katia.
Para la diseñadora, los latinoamericanos somos “los dueños del color” y esto se evidencia en cada pieza de la colección “Entre Líneas” que en un principio iba a llamarse Miranda-Miranda. El lanzamiento de este proyecto se realizó en noviembre de 2016 en el Hotel Del Prado, un complejo turístico de Barranquilla con más de 100 años de tradición y que tiene un gran valor cultural.
A partir del 2 de marzo de este año se expone la colección en el Museo Ixchel del Traje Indígena donde se puede apreciar tanto las obras en óleo, fuente de inspiración para cada prenda y adquirir ciertas piezas de la colección. La mayor riqueza y valor agregado de este proyecto, es la fusión del arte, la moda y la gestión social. Cada pieza cuenta una historia y es una denuncia del impacto ambiental que los seres humanos estamos provocando.
*Fotografía: Thomas Brodtmann Valenzuela
