Natassia Capra: una influencer con los pies en la tierra
Natassia se describe a sí misma como una mujer auténtica y empática, sensible a las experiencias de otras personas y cuidadosa con sus vínculos. Su experiencia la ha llevado a identificar situaciones donde colocarse a sí misma al centro para evitar perder de vista el amor propio, entendiendo que esta es la base para poder atender a otros. Quienes la rodean saben que otra de sus características es su sentido del humor, algo quizás relacionado a sus orígenes: de familia nicaragüense, criada en Costa Rica.
Para Natassia es importante resaltar sus raíces: su madre le enseñó a no perder la conexión con la cultura nicaragüense y a su entorno natural. Las islas, la playa y la exuberancia del medio ambiente son para ella parte de quien es como persona y de su conexión con el mundo. Como adulta ha explorado otros países con curiosidad, considerando la herencia que cada pueblo refleja en sus expresiones culturales, como sus comidas. De Guatemala resalta que es un país muy hospitalario, que siempre la ha hecho sentir como en casa. Para Natassia es importante compartir ese interés por otras culturas y la conexión que puede establecerse con ellas en sus redes sociales para inspirar a otras personas a explorar experiencias distintas.

Dichas experiencias, en su caso, la han llevado a desarrollar diferentes proyectos. Por un lado, como influencer, a convertirse en representante de la marca deportiva Port de Bras y, por otro, crear Dulcerencia, una empresa de repostería de alto nivel, con su mamá. Según comparte, parte de su motivación a involucrarse en estos proyectos tuvo que ver con plantearse que es capaz de hacer lo que se propone y el deseo de moverse dentro del mundo de la moda, un campo que encuentra apasionante. Siguiendo el ejemplo de su madre y de su abuela, mujeres con un estilo propio y un gusto sofisticado por el vestuario, Natassia sobresalió desde muy jóven por sus combinaciones particulares. Fue desde entonces que se planteó hacer algo relacionado aunque en un inicio las dudas podían incluso paralizarla. La idea de encauzar su vida hacia el estilo y el aprecio por la ropa de diseño parecía lejana desde Centroamérica, pero decidió tomar riesgos, algo que también aprendió de su madre y su abuela, ambas mujeres fuertes y con convicciones claras. Luego de estudiar diseño publicitario y trabajar en ese campo, Natassia decidió independizarse y crear sus propias iniciativas, partiendo de la necesidad de ampliar su seguridad en sí misma, usando como punto de partida modelos de rol u otras mujeres a las que admira.

Aunque para Natassia las redes sociales y sus posibilidades como canales a través de los cuales influir a otras personas son importantes, entiendo que la mayor parte de su vida está fuera de ellas. De hecho, considera que es necesario saber mantener distancia y discernir qué compartir y qué no, cuidando aspectos de su vida privada que sabe que es importante cuidar. Al mismo tiempo, su presencia en las redes sociales le han enseñado que es posible encontrar apoyo y empatía en los lugares menos esperados, incluso de personas desconocidas. Ella misma, dice Natassia, cuenta con una gran influencer en su vida: su mamá. “No sé que haria sin ella, es quien me recuerda quien soy”, apunta.
Muchas veces Natassia se ha debatido entre si mostrar más de su personalidad -su sentido del humor, por ejemplo-. Guiada por comentarios e incentivos de sus amigas más cercanas, se ha cuestionado si hacer stories más dinámicas donde hablar y compartir más de manera genuina, pero la pantalla y la abstracción de la mayor parte de su audiencia siguen planteándole desafíos y cuestionamientos que considera importantes para cuidar su esencia. Lo que muchas veces consideramos timidez puede ser también una forma de resistencia o defensa, importante para mantener los pies en la tierra. Cuando se trata de relaciones fuera de la virtualidad, Natassia es genuina, sociable, divertida… y valora los vínculos fuertes y diversos que permiten que quienes forman parte de ellos puedan ser ellas mismas y crecer como personas, sin sentir que deben corresponder con las demandas de la virtualidad.

Los contrastes que se generan entre el mundo virtual y el mundo concreto muchas veces pueden hacernos ver cómo nuestras personalidades se moldean acorde a las expectativas de otros y otras. Cómo a veces podemos bloquear aspectos de nuestra personalidad o construir gestos que resulten complacientes. Esto no implica traicionar a quien realmente somos, sino que es parte de la fluidez de la que somos capaces. No obstante, para Natassia es importante aprender a notar cuándo esa flexibilidad implica reducir nuestras habilidades o hacernos chiquitas para no incomodar. Al contrario, nuestra presencia en diferentes espacios y situaciones debe reflejar de la mejor manera nuestras fortalezas. Esto es algo especialmente relevante para las mujeres, que en muchos casos todavía aprendemos a quedarnos en la sombra para no ser tomadas como intensas o con opiniones fuertes. “Mi mamá siempre me decía: tienes que tener más amor propio”, subraya Natassia. Este consejo le ayudó a superar sus inseguridades y sus temores, como ese temor construido socialmente de que nuestro valor se reduce cuando nuestra belleza cambia con la edad. “Se trata de valorarse, de amarse, y de ser auténtica”, agrega.
Aunque Natassia tiene casi 66,000 seguidores en Instagram, nunca pierde de vista que sus méritos no tienen que ver con likes ni con compararse con otras influencers. Existe un riesgo en que pensemos que esas cifras reflejan nuestro valor, sobre todo en un mundo donde hasta la vida parece tener un valor cualitativo. Se trata, en cambio, de romper con esa idea. Así, Natassia deja claro que lo que muestra en sus redes es parte de una estrategia que responde a esas redes sin que eso la determine como persona. Ella misma dice: “No quiero ser un catálogo que venda marcas solo porque sí”. Más bien, sus redes son un espacio para recomendar y compartir lo que le gusta y disfruta de la moda, sin mezclarla con aspectos personales y dejando claro que lo que vemos en redes no responde a la realidad y que ninguna vida es perfecta o está libre de fallas, frustraciones o preocupaciones.

Lo anterior se relaciona con la importancia que Natassia le da a la responsabilidad afectiva, una que espera de otros y que ella pone en práctica en su vida cotidiana. La comunicación asertiva y la sinceridad son importantes pues son los aglutinantes clave de todas nuestras relaciones o vínculos. Aún cuando la vida nos va presentando contradicciones o adversidades, es importante que los aprendizajes vayan orientados a ser cada vez mejores. Ella busca siempre “ser una mejor versión: mejor hija, pareja, mejor en el trabajo”… Los criterios que guían esta mejora y aprendizaje continuos, claro está, no deben ser criterios externos, pre-establecidos por intereses económicos o construcciones sociales. Recordar esto es clave para dejar de compararnos entre mujeres o sentirnos frustradas por no corresponder con un molde o una expectativa particular, como estar casadas o ser madres a cierta edad, tener una vida estable en un sentido específico, vernos de cierto modo…
Esto último está ligado también a su interés en cultivar e incentivar estilos de vida saludables. Luego de haber tenido una embolia pulmonar y un infarto en el 2022, lo que la llevó a cuidados intensivos, aprendió que nuestra salud debe estar al centro de todo lo que hacemos. Luego de dos años de recuperación física gradual, en la que ha visto limitadas algunas actividades, como hacer ejercicio, se dio cuenta que también necesitaba atender el aspecto psicológico, que inevitablemente se había visto afectado. Esta visión holística del cuerpo, que entiende que lo físico y lo mental van siempre de la mano, ha sido clave para abordar no solo su situación reciente sino también traumas de su juventud e infancia, como efecto del acoso escolar. Esta faceta, si bien difícil, fue clave para su crecimiento pues le brindó amor propio y le enseñó la importancia de no victimizarse. Entendió que el perdón es el primer paso para sanar y a mantener siempre grandes expectativas de lo que la vida pueda darle.

Créditos de producción:
Modelo – Natassia Capra | Locación – Finca el zapote | Fotógrafo – Javier asturias | Videografo – Paul velas | Estilismo – María Gabriela Camacho y Daniela Morales | Maquillaje – @masterzarcomakeup | Coordinadora de producción – Daniela Morales | Prendas – @ruecambongowns @ayniuniverse @carolinaherrera @aguabyaguabendita