La credibilidad y el supuesto éxito detrás de los influencers
La tecnología ha brindado herramientas útiles para estar en contacto con las personas que quieras y obtener cuanta información puedas. Sin embargo, estas vías de comunicación pueden ser utilizadas de manera positiva o no, y la única persona que establece los límites del contenido que consume y cómo este influye, eres tú.
No todo lo que brilla es oro. Y no todo lo que se ve en una red social es real.
En la actualidad hay a quienes no les gusta ser llamados “influencers” porque aseguran que dejan al criterio de cada usuario el escoger quién y qué los influencia, ya que no es una imposición lo que ellos publican en sus cuentas de redes sociales. Sin embargo, hay que sincerarse y admitir que estas nuevas figuras tienen un gran potencial para dominar a las masas.
Business and marketing hit
Seguramente has escuchado el término “influencer” con anterioridad, incluso la plataforma de streaming ‘Netflix’ realizó el documental ‘Follow Me’ para comprender mejor de qué se trata. Estas personas son un modelo de marketing para muchas marcas de moda debido a su lenguaje coloquial e imagen, pero no porque sean expertos en lo que promocionan.
El éxito de estos users no se basa en su conocimiento sino en sus contactos, por quién conocen y con quiénes mantienen conexión a través de las redes sociales. Es decir, a la comunidad de Instagram, Facebook y YouTube les interesa dar follow a alguien que de igual manera ha sido recomendado y validado por otro influencer o alguna figura pública.
Para ellos, el objetivo es incrementar el número de followers de su cuenta cada vez más para mantenerse vigentes y tener más empresas que los respalden y paguen.
Sin embargo, en una publicación del año pasado, de la revista Forbes, se dice que un estudio de la compañía Stackla determinó que solamente un 23% de las personas creen en el contenido que los influencers publican.
En la misma dirección, la Asociación de Anunciantes Nacionales (ANA, por sus siglas en inglés), asegura que del 75% de las empresas que emplean actualmente a estas personas, solo el 36% considera que los esfuerzos han sido efectivos y un 19% admite que no cumplen con lo esperado.
Se estima que los resultados de los influencers son tal y como lo establece el principio de Pareto, una regla que establece que el 80% de los resultados provienen del 20% de sus aportaciones. En este caso, el 20% de los seguidores de una cuenta son los responsables del 80% de la difusión que tenga el contenido. Así que no siempre todos los followers son útiles.
The truth behind the screen
Está bien, es parte de la rutina revisar el celular y ver videos en donde alguien, que por lo general no es conocido, recomienda utilizar alguna prenda o probar una nueva crema. Los influencers venden experiencias, cuentan si a ellos les funcionó cierto artículo o no, y ese feedback es el que el usuario agradece porque no lo pueden obtener en una tienda.
A pesar de ello, la moda no nace detrás de una pantalla. Tal y como se dijo en el comienzo, hay que tener cautela al momento de decidir qué y quién influye; además no es aceptable el hecho de sentirte presionado a ser igual o compararte y usar los mismos productos que ves en las plataformas sociales.
La famosa columnista Poppy Noor del diario The Guardian asegura que los influencers tienen un gran impacto en la salud mental de quienes los observan. Sin embargo, la generación más joven es más consciente y reflexiona acerca de los riesgos como la depresión y la ansiedad que pueden surgir por la sugestión materialista que se percibe constantemente.
Fuera de la realidad virtual, todos influenciamos de cierta manera dentro de nuestro círculo social, sin la necesidad de grabarlo cada día. Así es como verdaderamente nace una tendencia, porque se observa que un grupo comienza a usar algo en común, o porque una amiga recomienda algo que fácilmente se puede costear y conseguir.
La mejor manera de influenciar es con el conocimiento, ejemplo y liderazgo, porque, así como dijo el periodista Tom Goodwin en British GQ, seguramente “Anna Wintour no está preocupada por su influencia.”
