REDISCOVERING YOUR BODY
SEXUALIDAD Y SENSACIONES
Por Andrea Bonilla
Una respiración suave, cruzar una mirada, sonreír, sonrojarse…comienza a acelerarse el pulso cuando vemos que esa persona se acerca a nosotros. Quizás es alguien que aún no conocemos o es la persona que queremos. Se acerca, ofrece bailar…la distancia se acorta y se acelera la respiración. ¿Suena bien? Cuando ibas imaginando algunas de estas cosas, tu cuerpo reaccionaba a ellas, seguro que a menor intensidad de lo que lo haría si la escena fuese real o algo que estuvieras viviendo en este momento. Hoy quiero hablarte acerca de la sexualidad y el cuerpo humano, a través de los sentidos.
Con frecuencia escucho a personas hablar acerca de la percepción de su cuerpo, y por lo general hacen referencia a la forma o al ideal del cuerpo que desean adquirir o por el que están trabajando. Rara vez hablan de forma positiva y halagadora. Más raro aún, que la persona analice y discuta sobre las sensaciones en el cuerpo. Conforme se conoce y descubre el cuerpo, se puede establecer una relación positiva con él mismo, así como aclarar algunos mitos acerca de la sexualidad y la intimidad, y de paso, también trabajar sobre algunas distorsiones cognitivas sobre uno mismo.
Conociendo un poco acerca del cuerpo
La piel y el sentido del tacto:
¿Sabes cuál es el órgano más grande del cuerpo? Es la piel. La piel protege al resto de órganos, de agentes externos que pudieran ser nocivos. Adicional a esto, la piel reacciona a cambios en la temperatura, texturas, caricias (que varían en intensidad y ritmo). Si algo está seco o húmedo, a la forma de un objeto, si algo es suave o duro; en fin, la piel permite explorar el entorno y nos entra en contacto con otras personas. En la intimidad, tanto en ti como en tu pareja, puedes observar qué tipo de caricias y besos, hacen que distintas áreas reaccionen y de qué forma reaccionan. Por ejemplo, las cosquillas, erizar la piel, etc.
El sentido del gusto y el sentido del olfato:
Los labios, la boca y la lengua, al igual que la piel, permiten percibir texturas, temperaturas, tamaños y formas. El sentido del gusto junto con el sentido del olfato hacen posible la percepción del sabor. Existe mucha literatura acerca del erotismo y la seducción a través de estos dos sentidos. En nuestro afán de estimularlos es que compartimos tiempos de comida con la persona que deseamos y es la razón por la que recurrimos a los perfumes y lociones. Como podrás imaginar los besos en el cuello o muy cerca de la oreja, son vistos como muy íntimos y muy seductores, tanto en películas, anuncios y quizás en tu propia relación.
¿Ya tienes una idea también del porqué se dice que algunos alimentos resultan afrodisíacos? Se establecen relaciones positivas entre un objeto y la sensación que nos evoca. Cuando se presenta el objeto, surge nuevamente la sensación. Esto ocurre con los alimentos y la atmósfera que acompañaba el momento en que los ingerimos. Se asocian como afrodisíacos si el desenlace fue romántico o pasional.
El sentido del oído:
El ritmo cardíaco puede alterarse mediante la música o mediante la voz de una persona con la que tenemos un vínculo. Adicional a esto, hay sonidos que se van asociando a la intimidad en pareja; por ejemplo los suspiros, las palabras románticas, lenguaje ¨sucio¨ y gemidos. La música que acompañada la ocasión también nos puede ayudar a despertar el deseo sexual. No es únicamente por el arte de danzar, que el ser humano recurre a bailar. Cada baile exige movimientos diferentes y una interacción diferente entre dos personas. Algunas piezas musicales divierten y otras enamoran, de igual manera ayudan a generar oxitocina. Esta última es conocida como la hormona del amor.
El sentido de la vista:
Es a través de este sentido que percibimos colores, tamaños, contrastes, formas, movimiento, profundidad, distancia y brillantez. Este sentido es el que más reconocemos o del que más conciencia tomamos en cuanto a nuestra interacción con el mundo. Pero rara vez, de cómo fue estimulado y su participación en catalogar algo como placentero o no placentero. Te daré un ejemplo: una luz tenue por lo general se asocia con la atmósfera del romanticismo. Una luz blanca y fría, con matiz azul se relaciona con algo frío. Entonces si el sentido de la vista depende de la luz, la atmósfera se puede manipular para favorecer diversos estados de ánimo.
Cuando se trata de procesar algún evento, estos sentidos trabajan de forma interdependiente. Y todo el cuerpo se involucra en un contacto íntimo. ¿Sabes cuáles estímulos te hacen reaccionar de una manera placentera? ¿Y a tu pareja? ¿Cuáles te hacen anhelar más el contacto íntimo? El cuerpo que tenemos está diseñado para procesar la información que viene del entorno, así como la que viene desde dentro. Cuando te concentras en observarlo y conocerlo, tus inseguridades acerca de tu cuerpo en cuanto a su forma, pasan a otro plano. Por lo tanto las inseguridades y la ansiedad se aminoran, resultando en una experiencia positiva, sensual y erótica.
Cuando descubres a tu pareja en la intimidad, también te descubres. El sexo no es sólo el orgasmo. Es también la cercanía, el contacto y el encuentro con la pareja. Puedes redescubir tu cuerpo, y el de tu pareja.
Fotografías: Servicios
